viernes, 10 de diciembre de 2021

Las hijas de Sorolla

 Las hijas de Sorolla

Elena y María en la terraza de la Casa Sorolla. 1913 - 1914

Anónimo

Museo Sorolla




Oro de ley. 28 de febrero de 1927

miércoles, 10 de noviembre de 2021

Sorolla y el mar. La pesca del bou. 02

Sorolla y el mar. La pesca del bou 02

«A media tarde comenzaron los preparativos para la salida del bou.

Más de un centenar de barcas formadas en doble fila frente a los muelles, inclinaban los mástiles como un escuadrón de lanzas que saluda, moviendo sus cascos con incesante y gracioso contoneo. Las pequeñas embarcaciones, con su rudo perfil de galera antigua, recordaban las numerosas armadas de Aragón, las flotas de barquichuelos con las que Roger de Lauria era el terror de Sicilia. Y los Pescadores presentábanse en grupos con el hatillo a la espalda y el aire resuelto, como las bandas de almogávares llegaron a la playa de Salou para ir en embarcaciones iguales o peores a la conquista de Mallorca. Tenía aquel embarque en masa y en tan rudos barcos un sabor tradicional, algo que forzosamente hacía recordar la marina de la Edad Media, los bajeles de Aragón, cuya vela triangular lo mismo espantaba al moro de Andalucía que se destacaba sobre el clásico y risueño cielo de la Grecia».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez 

«A pesar de su popularidad en el mediterráneo, la Pesca del Bou parece no ser de origen autóctono. Esta técnica debió utilizarse en el Cabanyal alrededor de 1720. Pep Martorell en su libro "El Mon Mariner del Cabanya"l nos habla del padre Tomas Güell, bibliotecario del Real Convento de Predicadores de Valencia, el cual escribió en 1736:

“…esta pesquera vino de Francia de modo que alla la executan, y es sacando a cada lado del gánguil -barco de un solo palo y dos proas para pescar en alta mar con una gran red- un palo fuerte, a los cuales atan dos cabos de las redes. De poco tiempo a esta parte, qua aún no llega a diez años, la practican los del Grao de Valencia, no con ganguiles en alta mar, sino con dos barcos de pescar que tiran de las redes."


Cuando pensamos en la pesca del bou muchos de nosotros visualizamos imágenes de cuadros de Sorolla o de la literatura de Blasco Ibáñez, en las que se describen una pareja de bueyes arrastrando unas barcas de pescadores, y de ahí su nombre, teoría con la que coincide el escritor José Martínez Aloy. Sin embargo se ha podido comprobar que hay varias interpretaciones del origen de su nombre, pero de una manera u otra suelen hacer referencia a los “bous”.


Algunos pescadores opinan que la denominación pesca del bou hace reseña a la manera de arar la tierra en la que se requiere de dos bueyes, ya que en la pesca del bou se precisaban de dos barcas para el arrastre de las redes, pescar “a la parella” . Otros pescadores opinan que el nombre se le dio por la apariencia semejante a los cuernos de un toro que crean las jarcias o cuerdas y las redes tiradas al mar, entre la pareja de barcas. La tercera interpretación se la da el escritor José Huertas que dice que la palabra bou deriva del latín bolus, traducido como el arte de tirar redes que posteriormente serán recogidas.


Sol de la tarde. 1903

Óleo. 294 x 435

Hispanic Society of America. Nueva York


Playa de Valencia. 1908

Óleo. 66 x 96

Museo Sorolla

La pesca del Bou dio origen a muchos conflictos entre autoridades y pescadores desde sus comienzos no solo en Valencia pero también en toda España. Por un lado era obvio para los marineros la mayor productividad que generaba esta técnica de pesca frente a las otras tradicionales, por otra, también obvio, los efectos devastadores que produce el arrastre de las redes en el fondo del mar y la fauna marina.


Enganchando la barca. 1899

Óleo. 82 x 108

Museo de Bellas Artes de Asturias. Oviedo


La hora del baño

Óleo. 84 x 119

Colección particular

En 1723, el rey Felipe V prohíbe la pesca del bou, pena de 100 libras. Años más tarde, en 1738, se aprueba por Real Orden que se establezcan dos parejas de bous para autoabastecer las necesidades de las mesas reales. A pesar de todas las restricciones, la pesca del bou experimenta un gran auge a partir del siglo XVIII, llegando a haber en 1786 treinta y dos barcas, o sea dieciséis parejas de embarcaciones de pesca del bou entre los pescadores del Cabanyal y Canyamelar. Más tarde, en 1817, Fernando VII prohíbe la pesca del bou, sumiendo a la población pesquera en una absoluta miseria, sin embargo, en 1819 se permita un par de parejas de bous para suministrar de frutos del mar a la realeza.


Ventana de la Casa dels Bous. El Cabañal. Valencia. 1904

Óleo. 68 x 45

Museo Sorolla

La situación del pescador del Cabanyal era insostenible en aquella época y muchos optaron por la emigración a las costas andaluzas; popularizando así dicha técnica hasta las costas de Cádiz, otros se fueron a trabajar al campo e incluso encontraron una salvación en el contrabando por mar.


Esperando las barcas

Playa del Cabañal

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=68555811


Ruta seguida por el contrabando a Argel


Tabaco "Flor de Mayo"

Tal fue el efecto negativo en la población marinera valenciana que pudo motivar que en el año 1820, por la Real Orden de 23 de Enero, se restableciese la pesca del bou de nuevo, limitando el periodo de pesca desde el mes de septiembre al mes de mayo».

Beatriz Galindo Fernandez. UPV


domingo, 10 de octubre de 2021

Sorolla y el mar. La pesca del bou. 01

 Sorolla y el mar. La pesca del bou 01

«Llegaban las barcas plegando las enormes velas y quedaban quietas y balanceantes a pocos metros de la orilla.

A cada pareja agolpábase la multitud en el límite de las olas, arremolinábanse las faldas de sucio percal, las caras rojas y las cabelleras de Medusa, gritando, increpándose, discutiendo para quién sería el pescado. Arrojábanse de las barcas los gatos con agua a la cintura, formando larga fila, en la que iban interpolados los hombres y los cestos y avanzaban rectamente hacia la orilla, surgiendo poco a poco del manso oleaje, hasta que sus pies descalzos tocaban la arena seca, y las mujeres de los patrones se encargaban de la pesca para venderla».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez


La llegada de las barcas. 1903

Óleo. 29 x 44

Colección privada

«La pesca del bou nació en el siglo XVIII, precisamente en Valencia, consistía en una forma peculiar de pesca de arrastre, con dos barcas pareadas y a vela, con la típica vela latina que arrastraban por la popa una red sobre el fondo en aguas de poca profundidad entre 4 y 120 brazas.


Pesca del bou

https://foro.todoavante.es/

El nombre de "pesca del bou" no venia por los bueyes que varaban los barcos, si no por la forma que toman las redes al ser tensadas por las barcas en el arrastre, ya que tomaban la forma de dos cuernos.

Pesca en "gánguil" y "a la parella"

https://foro.todoavante.es/

Las barcas no amarraban en el puerto cuando regresaban, las yuntas de bueyes entraban en el mar y arrastraban las barcas hasta quedar varadas en la arena.


Vuelta de la pesca

https://foro.todoavante.es/


Bueyes arreando barcas.1909

Óleo. 70 x 49

Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba. La Habana

Las mujeres recogían la pesca en cestas y a pie, las llevaban a la pescaderia que entonces estaba en la Plaza Redonda o lo vendían por las calles de Valencia al grito de "Peix fresc" pescado fresco.


Pescadera del Cabañal

Anna Christian


Pescadora valenciana (Consuelo Gómez). 1916

Óleo. 37 x 46

Colección privada

Debido a la pesca indiscriminada de especies y tamaños que se producía con esta forma de faenar, en 1770 se aplico una veda en la que solo se dejaba pescar durante 6 meses al año, hasta que el 1 de julio de 1818, fue prohibida totalmente. En 1819 con motivo de una visita real se dejo pescar porque era tiempo de Cuaresma y en 1820, debido a la hambruna, la peste y la lamentable situación de los pescadores en la zona de Valencia que se encontraban en la miseria y sin trabajo, se levanto la prohibición a la pesca, limitando el numero de barcas, pero la realidad es que en Valencia se continuo pescando hasta principios del siglo XX .


Pescaderas valencianas. 1920

Archivo J. Huguet

http://vicenticoaa.blogspot.com/2017/09/


Pescaderas. 1911

Óleo

Hay escritos, que dicen, que en 1921 habían censados 62 embarcaciones.


Barcos de pesca. 1915

Óleo sobre lienzo

Museo Sorolla

La gente que trabajaba en estas artes eran 611 hombres auxiliados por 125 muchachos entre 11 y 15 años así como 8 yuntas de bueyes».

http://nuevamiradaalmar.blogspot.com.es/


viernes, 10 de septiembre de 2021

Sorolla y el mar. La pesca. Los cordeleros

Sorolla y el mar. La pesca. Los cordeleros

«Y los cordeleros, arrolladas al busto las madejas de cáñamo, andaban de espaldas por la ribera de la acequia, formando entre sus ágiles dedos el hilo que se prolongaba sujeto al incansable torno».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez

«El día 12 de diciembre del año 1748 festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, por medio de una Real Cédula, fueron aprobadas las ordenanzas del …Gremi de Cordellers, per al bon règim i govern de l’ofici…, determinando claramente que su manufactura debía de ser exclusivamente de cáñamo.


En el gremio de los cordeleros o “soguers”, trabajaban mujeres y niños, el cáñamo, cultivándolo, elaborándolo y con el cual confeccionaban cualquier tipo de hilo. La cuerda que está formada por más de una “guita”, se llama cosedera y se utiliza para coser las suelas de las zapatillas “espardenyes”. También lo trabajaban haciendo el trenzado, “l´aixereta”, siendo esta trenza la que se utilizaba para confeccionar la suela de las alpargatas.

Algunas veces confeccionaban hilos para hacer la cuerda “colchada”, que es una soga de considerable grosor. Consta de cuatro cordones y cada uno de estos, a su vez, de quince hilos “sencillos. Se usa para el “bou embolat”, también podían hacerse sogas, maromas para la mar, etc.

La siembra del cáñamo se hacía a finales de marzo, tal como dice el refrán “Cánem gentil, sembrat en març i eixit en abril”.


La cosecha del cáñamo en Valencia

Mundo Gráfico. 14 de enero de 1920

http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0002153681&page=19&search=&lang=es

https://fullesgroguesvoramar.blogspot.com/2020/01/la-cosecha-del-canamo-en-valencia.html

El cáñamo segado se deja unos días extendido en el campo, para que reciba la serena un par de noches, luego se agavilla en pequeñas haces o “garbes” atadas en una ligadura de esparto, posteriormente se sacude con unas “forques” para que se desprendan las hojas del cáñamo, después se procede a carmenar o “escarpir” el cáñamo, para lo cual son revueltas las gavillas a fin de que se enrubie su parte interior y finalmente se bate con un bastón o con la mano afín de hacer caer, las últimas hojas.

El cáñamo en flor se coloca dentro de grandes balsas o “safareig” llenas de agua para su remojo, “remullada”, se le colocan encima piedras para que no aflore a la superficie, y así el agua va pudriendo la corteza del mismo hasta que se suelta, luego se saca dejándolo secar al sol y cuando está seco se recoge en gavillas.

Los hombres que trabajaban en este proceso de la elaboración del cáñamo, se llamaban agramadores, trabajando estos en cuadrillas.

Una vez el proceso anterior realizado y después de secas las gavillas extendidas en la era, las recogían y se las repartían, cada agramador con su agramadera, que consistía en un tronco de higuera, con un gran canal en la superficie superior, y con una “maça”, que es un leño, con una hoja de hierro, que encajaba en el canal, se le daba golpes o “maçades”, para hacer caer los desechos “borres”.

Este trabajo por ser muy agotador ha dado origen a un aforismo valenciano “Bon pit, bon cánem”.


Agramando el cáñamo

Nuevo Mundo

El “pentinat” consiste en separar del mazo de cáñamo las fibras más pequeñas y de menos calidad, se emplea un rastrillo para la realización de este trabajo, el “pinter”, luego ponía una tabla de madera plantada con largas tachas o “púas”de unos 25 o 30 centímetros de longitud en posición vertical.

El “pentinador”, de pie y enfrente de la tabla con un manojo de cáñamo le daba golpes contra las “púas”, tirando al mismo tiempo contra sí, quedándose las hebras más pequeñas y las menos finas enganchadas entre las “púas”. De este modo se van separando las hebras buenas de las malas, las cuales van a servir para fines distintos.

Cuando llovía, como no podían ni menar ni hilar, los patronos aprovechaban el día para “pentinar” el cáñamo y así poder quitar los pedazos de los troncos del cáñamo y sus enredos.

La “aixereta” es una trenza que se hace de los residuos del cáñamo, de nombre “moca” o “mocaes”, son los residuos que se quedan sobre el “pinter”, es un trabajo manual y generalmente lo desempeñaban mujeres. El cáñamo se pone dentro de una cesta de mimbre de forma abombada, alta de boca y no muy ancha llamada “basso”, de donde se va sacando a medida que se va trenzando, la cual se trenzaba en tres cabos.

Una vez fabricada “l´aixereta” se la llevaban a los “ordidors”, que eran hombres que trabajaban en un banco de madera, donde se le daba forma a la suela para la fabricación de zapatillas “espardenyes”.

Para la realización del “ro” se necesitaban unas ruedas encima de una plataforma llamada “ro”, en la cual se halla un rombo que ocupa la parte central del círculo formado por dos planchas, en disposición circular, a unos cinco centímetros de la circunferencia de los bordes de las planchas, y unos tacos de unos diez centímetros de longitud y tres de diámetro clavados a ambas planchas por lo que la “ro” tiene de 14 a 15 cm. de grosor.

En el eje de la “ro” había una manivela de hierro, que servía para hacerla rodar.

Esta labor se realizaba normalmente por un hombre ayudado por un niño.

Los hiladores, cogían un “manoll” de cáñamo y se lo ponían en la cintura sosteniéndolo con una faja o un pequeño delantal, luego cogían hebras de hilo y las colocaban en los dos carretes, en los cuales había dos estrías donde se colocaba una fina cuerda que da la vuelta a la “ro” por encima de los pequeños tacos con la cual, al imprimirle un movimiento circular a la “ro” giran al mismo tiempo los carretes, que están sujetos en la parte superior de la (T).

El cáñamo cuando más limpio estaba de tropezones, más aprisa se le podía trabajar.

Mientras que el niño “menaor” daba la vuelta a la manivela, el “filaor” iba confeccionando el hilo, si le giraba a la derecha, se confeccionaba el hilo de dos hebras “cabillos” que sirve para coser la careta y el talón de la zapatilla, “encarar” y si giraba a la izquierda se confeccionaba el hilo de tres o cuatro hebras “cabillos” para cerrar, “tancar”, encordar y también de tres o cuatro para coser las suelas de las zapatillas.


Filadors en El Cabanyal

En la mano derecha, llevaban un trapo de nombre “braguer”, que mojaban con el agua que tenían en una cazuela de barro bajo la “ro”. Mojaban el “cànem” tal como iban confeccionando la cuerda, que suavizaba y daba brillo al hilo, este trapo o guante les servía de resguardo para no cortarse las manos con el hilo.

Estas eran, muy resumidas, las tareas de los cordelers y su venta y comercialización en Valencia se situaba en la “Calle Cordellats”, cuya antigüedad se remonta al año 1384. Esta se alarga desde la “Plaza de la Compañía” hasta la “Plaza del Mercado” y atravesaba la muralla árabe del siglo XI. Su corto recorrido bordea uno de los laterales del edificio de La Lonja y desde ella se divisa la Parroquia de los Santos Juanes. El motivo de su rótulo no fue otro que el asentamiento gremial de comercios de cordeles y de esparto junto con escobas de palma de murta y las tradicionales alpargatas y también el del abastecimiento de nieve y hielo. Se cree además que el poeta y médico del siglo XV Jaume Roig habitó la casa de la “Calle Cordellats” con esquina a la “Calle de las Danzas”».

El Gremio de los cordeleros

Jesús Moya Casado



Cordeleros. 1893

Óleo. 51 x 70

Colección privada


Cordeleros de Valencia. 1897

Óleo. 66 x 96

Museo Sorolla


martes, 10 de agosto de 2021

Sorolla y el mar. La pesca. Los palangraneros

Sorolla y el mar. La pesca. Los palangraneros

«Son unos capazos de pleita -que se llaman llatas- , y se rodean con anzuelos donde se pone la carnada. Con el palangre se pesca el mero, la mabra, el pajel. Se calan con una piedra y la situación la señala una boya. Las mejores son las calabazas de huerta, " els rodaors", que les decimos. Antes se pintaban de negro y azul, pero ahora de rojo. En la calabaza es como se puede liar bien el cordel; lo que ocurre es que cada vez se cultivan menos».

Valencianos de la mar

María Ángeles Arazo


Preparant el palangre

El món mariner del Cabanyal

Pep Martorell

Subida por Carlos Tárrega Momblanch a VAHG


Regreso de la pesca del bou

Todocolección



Preparando el palangre

?





José María Ortolá

Pescadores valencianos. 1895

Joaquín Sorolla y Bastida

Óleo. 65 x 85

Colección particular


Sol de la mañana. 1901

Óleo. 81 x 128

Colección privada


sábado, 10 de julio de 2021

Sorolla y el mar. La pesca. Los rederos

Sorolla y el mar. La pesca. Los rederos

"Uno de los grandes tópicos acerca de la pintura de Sorolla es intentar aglutinar en la idea de pintura de playa tanto las representaciones de bañistas como las de los pescadores, cuando realmente se trata de dos vertientes de su pintura completamente diferentes, aunque tanto unas como otras se desarrollasen mayoritariamente en la playa de Valencia"

http://elcuadernodegautier.blogspot.com/

Los rederos

Sigue siendo un oficio imprescindible en los pueblos pesqueros, por mucho que se piense que está en peligro de extinción. Aún se puede encontrar cosiendo redes a padres e hijos, porque esta actividad lleva siglos traspasándose entre generaciones. En cualquier caso, no son muchos los jóvenes que piensen en dedicarse a esta labor de auténtica artesanía.




Redes de pescar. 1893

Óleo. 60 x 70

Colección privada


Reparando redes. 1901

Óleo. 164 x 133

Museo Nacional de San Carlos. Ciudad de Méjico


La red. 1899

Óleo.50 x 69

Colección privada


Pescadores recogiendo las redes. 1896

Óleo. 67 x 88

Galleria Nazionale d'Arte Moderna e Contemporanea di Roma


Cosiendo las redes. Playa de Valencia. 1902. 

Óleo

 Colección Masaveu 


Arreglando las redes. 1899

Óleo. 22.2 x 36.9

Colección privada


Reparando las redes. Valencia

Óleo. 38.1 x 57.1

Colección privada


Componiendo redes

Óleo. 13,20 x 16,70 

Museo Sorolla


Reparando redes. 1930

El Cabanyal

http://fedepesca.org/el-cabanyal-y-la-tradicion-pesquera-valenciana/


Reparando las redes

?


Reparando las redes

El Cabanyal. 1966

Luis Vidal Corella

Cortesía de José Navarro Escrich


Redes de pesca

El Cabanyal. 1962

Luis Vidal Corella

Cortesía de José Navarro Escrich


Reparando las redes

El Cabanyal. 1905

Subida por Alberto Alós (D.E.P.) a VAHG


Remendando las redes

La Malvarrosa

http://lamalva-rosaenblancinegre.blogspot.com/


Redes al sol

El Cabanyal

Subida por Pilar Martínez Olmos a VAHG


Reparando las redes

Cortesía de José Reig Capilla