miércoles, 10 de noviembre de 2021

Sorolla y el mar. La pesca del bou. 02

Sorolla y el mar. La pesca del bou 02

«A media tarde comenzaron los preparativos para la salida del bou.

Más de un centenar de barcas formadas en doble fila frente a los muelles, inclinaban los mástiles como un escuadrón de lanzas que saluda, moviendo sus cascos con incesante y gracioso contoneo. Las pequeñas embarcaciones, con su rudo perfil de galera antigua, recordaban las numerosas armadas de Aragón, las flotas de barquichuelos con las que Roger de Lauria era el terror de Sicilia. Y los Pescadores presentábanse en grupos con el hatillo a la espalda y el aire resuelto, como las bandas de almogávares llegaron a la playa de Salou para ir en embarcaciones iguales o peores a la conquista de Mallorca. Tenía aquel embarque en masa y en tan rudos barcos un sabor tradicional, algo que forzosamente hacía recordar la marina de la Edad Media, los bajeles de Aragón, cuya vela triangular lo mismo espantaba al moro de Andalucía que se destacaba sobre el clásico y risueño cielo de la Grecia».

Flor de mayo

Vicente Blasco Ibáñez 

«A pesar de su popularidad en el mediterráneo, la Pesca del Bou parece no ser de origen autóctono. Esta técnica debió utilizarse en el Cabanyal alrededor de 1720. Pep Martorell en su libro "El Mon Mariner del Cabanya"l nos habla del padre Tomas Güell, bibliotecario del Real Convento de Predicadores de Valencia, el cual escribió en 1736:

“…esta pesquera vino de Francia de modo que alla la executan, y es sacando a cada lado del gánguil -barco de un solo palo y dos proas para pescar en alta mar con una gran red- un palo fuerte, a los cuales atan dos cabos de las redes. De poco tiempo a esta parte, qua aún no llega a diez años, la practican los del Grao de Valencia, no con ganguiles en alta mar, sino con dos barcos de pescar que tiran de las redes."


Cuando pensamos en la pesca del bou muchos de nosotros visualizamos imágenes de cuadros de Sorolla o de la literatura de Blasco Ibáñez, en las que se describen una pareja de bueyes arrastrando unas barcas de pescadores, y de ahí su nombre, teoría con la que coincide el escritor José Martínez Aloy. Sin embargo se ha podido comprobar que hay varias interpretaciones del origen de su nombre, pero de una manera u otra suelen hacer referencia a los “bous”.


Algunos pescadores opinan que la denominación pesca del bou hace reseña a la manera de arar la tierra en la que se requiere de dos bueyes, ya que en la pesca del bou se precisaban de dos barcas para el arrastre de las redes, pescar “a la parella” . Otros pescadores opinan que el nombre se le dio por la apariencia semejante a los cuernos de un toro que crean las jarcias o cuerdas y las redes tiradas al mar, entre la pareja de barcas. La tercera interpretación se la da el escritor José Huertas que dice que la palabra bou deriva del latín bolus, traducido como el arte de tirar redes que posteriormente serán recogidas.


Sol de la tarde. 1903

Óleo. 294 x 435

Hispanic Society of America. Nueva York


Playa de Valencia. 1908

Óleo. 66 x 96

Museo Sorolla

La pesca del Bou dio origen a muchos conflictos entre autoridades y pescadores desde sus comienzos no solo en Valencia pero también en toda España. Por un lado era obvio para los marineros la mayor productividad que generaba esta técnica de pesca frente a las otras tradicionales, por otra, también obvio, los efectos devastadores que produce el arrastre de las redes en el fondo del mar y la fauna marina.


Enganchando la barca. 1899

Óleo. 82 x 108

Museo de Bellas Artes de Asturias. Oviedo


La hora del baño

Óleo. 84 x 119

Colección particular

En 1723, el rey Felipe V prohíbe la pesca del bou, pena de 100 libras. Años más tarde, en 1738, se aprueba por Real Orden que se establezcan dos parejas de bous para autoabastecer las necesidades de las mesas reales. A pesar de todas las restricciones, la pesca del bou experimenta un gran auge a partir del siglo XVIII, llegando a haber en 1786 treinta y dos barcas, o sea dieciséis parejas de embarcaciones de pesca del bou entre los pescadores del Cabanyal y Canyamelar. Más tarde, en 1817, Fernando VII prohíbe la pesca del bou, sumiendo a la población pesquera en una absoluta miseria, sin embargo, en 1819 se permita un par de parejas de bous para suministrar de frutos del mar a la realeza.


Ventana de la Casa dels Bous. El Cabañal. Valencia. 1904

Óleo. 68 x 45

Museo Sorolla

La situación del pescador del Cabanyal era insostenible en aquella época y muchos optaron por la emigración a las costas andaluzas; popularizando así dicha técnica hasta las costas de Cádiz, otros se fueron a trabajar al campo e incluso encontraron una salvación en el contrabando por mar.


Esperando las barcas

Playa del Cabañal

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?p=68555811


Ruta seguida por el contrabando a Argel


Tabaco "Flor de Mayo"

Tal fue el efecto negativo en la población marinera valenciana que pudo motivar que en el año 1820, por la Real Orden de 23 de Enero, se restableciese la pesca del bou de nuevo, limitando el periodo de pesca desde el mes de septiembre al mes de mayo».

Beatriz Galindo Fernandez. UPV